domingo, 10 de diciembre de 2017

En busca del macho montés


Cuando llega noviembre hay algo que me dice que hay que subir a las cumbres, patearse las montañas y madrugar como nunca. Todo esto para intentar fotografiar la cabra montés donde mejor se desenvuelve, en las alturas. 


Pero si hay algo que me motiva es poder encontrar algún macho viejo, negro y con cuernos retorcidos. Poder seguirlo y ver cómo avanza entre el piorno y las rocas, y cómo levanta la cabeza y olisquea en busca de hormonas masculinas. Con suerte se topará con otro macho y la cosa podría acabar mal. 


Y precisamente, eso es justo lo que he tenido el privilegio de contemplar. Casi 15 minutos de topetazos que acabaron en tablas pero con los dos "monstruos" jadeando y sudando.


Por supuesto, uno se encuentra también machos más jóvenes, rebaños de hembras y rebaños mixtos; con los que se disfruta igual haciendo todo tipo de fotos. También la naturaleza regala amaneceres increíbles y brumas matinales que hacen que levantarse a las 5:00 a.m. merezca la pena.




Definitivamente, para mi, noviembre es el mes de la cabra montés. ¡Y estas nunca defraudan! Ojalá lo sigan haciendo por muchos años y se consiga acabar con la iniciativa aquella del control de población en la Sierra de Guadarrama.





Por último, dejo un vídeo de la batalla entre los dos machos...


3 comentarios:

  1. Precioso reportaje. Algunas imágenes son muy buenas. Que disfrute pasear la montaña y hacer estas fotos. Enhorabuena.

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  2. Impresionante, enhorabuena por estas fotos sobre la cabra montés y por el resto, una delicia de blog.

    ¿se puede decir por qué zona se hizo el reportaje?

    Un saludo.

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  3. Que buena la serie de fotos. Aprovechas cada instante. Que eso no pare nunca.

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